REAL MURCIA
Los grana necesitarán mañana cambios de ritmo explosivos, pases largos precisos y que Saúl, Wellington y Tete sean más decisivos. El entrenador del Real Murcia busca la fórmula, con Dorca como actor principal, para sobreponerse al juego pegajoso, rocoso y de contención del Mirandés
10 de mayo de 2014
JOSÉ OTÓN.- laverdad.es
No es un tópico. El Mirandés, rival mañana del Real Murcia, es un equipo asfixiante, que se atrinchera en el centro del campo y que ahoga el juego de creación de su contrario. Es el sello de Carlos Terrazas, un entrenador criado en el fútbol vasco, especial y metódico, que ha insuflado al equipo burgalés una fe que le ha llevado en unos meses de los últimos puestos de la tabla, donde tenía pesadillas con el descenso, a soñar con el 'playoff' de ascenso, a cinco jornadas para el final de la competición. De hecho, por la Nueva Condomina pasará el último tren para el Mirandés acercarse a equipos como el Real Murcia, el Recreativo, el Córdoba o Las Palmas, tras una racha de resultados brillantes en el último tercio de la Liga.
Ha ganado 19 de los últimos 33 puntos, una tendencia similar a la que ha empujado al equipo grana hacia arriba. Cinco victorias, cuatro empates y dos derrotas es su balance antes de llegar a Murcia. Y todo a base de trabajo y un equipo que regala la posesión de balón al rival, que espera sin prisas en el centro del campo y que obliga a sus propios interiores a replegarse.
Los jugadores de banda son unos defensores más y se cierran hacia el interior, igual que los laterales. Nada de florituras. Además, el Mirandés de Terrazas tira de solidaridad y también de estrategia para sacar provecho de los saques de esquina y las faltas laterales. Sobre todo las que van al primer palo, su punto fuerte. Por eso Velázquez, que conoce a Terrazas a la perfección, ha preparado un antídoto para destruir el muro de contención del técnico vasco.
El técnico del Real Murcia ha blindado a su equipo esta semana. No ha querido dar pistas. Ha realizado dos entrenamientos a puerta cerrada en la Nueva Condomina, uno más de lo que es habitual. El técnico salmantino sabe que necesita algo diferente para tumbar a Terrazas y lo ha elaborado minuciosamente en su laboratorio. Porque este partido no es como los que disputaba el Real Murcia cuando no tenía 52 puntos en su casillero y necesitaba agarrar la permanencia sí o sí, de cualquier forma, a cualquier precio.
A lo grande
Ahora el equipo grana quiere más, tiene que afrontar los partidos de casa a lo grande y, a priori, ya no le vale el empate. Necesita ser un equipo parecido al que sorprendió al Hércules hace siete días, un equipo que provocó la destitución de Quique Hernández. Un Real Murcia que no se arruge ante la fuerza mental de un Mirandés que tambien sabe golpear. Y para ello va a tirar de Dorca para descontrolar al equipo burgalés. El centrocampista grana va a sustituir a Truyols, sancionado, cuando el equipo grana se ponga a defender con cuatro. También va a ayudar a sacar el balón con criterio, a arrancar con lógica desde atrás cuando el Real Murcia se apoye defensivamente solo en Mauro dos Santos, Molinero y Álex Martínez. Además, con el catalán, Velázquez quiere ganar contundencia por alto.
Desordenar al rival
Velázquez quiere que el Real Murcia que salte al césped mañana en la Nueva Condomina sea un equipo dinámico que no se contagie del ritmo cansino de su rival. Para ello necesita recuperar ciertos aspectos del equipo grana de la primera vuelta. Necesita sorprender al Mirandés con cambios rápidos de orientación, ser muy preciso en el pase largo. Obligar al equipo burgalés a que desencaje sus líneas, a moverse más rápido de lo que está acostumbrado. Utilizar para sus intereses las dimensiones de una Nueva Condomina que no es el diminuto Anduva.
Velázquez quiere mover a un equipo que vive mucho más tranquilo con un fútbol estático y poco revolucionado. El Real Murcia apostará por hacer un partido de ida y vuelta, alocado, en el que los hombres rápidos como Wellington Silva o Saúl Berjón deben ser determinantes. Por eso el entrenador del Real Murcia se plantea incluso dar una oportunidad en el once titular a Tete, un jugador diferente y eléctrico, que mañana, en el uno contra uno, podría destrozar la cintura de más de un defensor del Mirandés.
La titularidad del extremeño serviría para pelear con Terrazas con su propia medicina. Con un 4-2-3-1 con tendencia y vocación ofensiva y con una línea de tres por detrás de Kike, con Wellington, Saúl y Tete. Malonga sería el sacrificado. Pura dinamita que obligaría a Terrazas a buscar algunas soluciones de urgencia.
El Real Murcia, aunque Velázquez quiere cederle toda la presión a su rival, ha decidido jugarse sus posibilidades de entrar en el 'playoff' tirando de todo su armamento. Como hizo en Alicante la pasada semana, donde no dejó a Quique Hernández y a su Hércules ni pensar. El plan secreto de Velázquez incluye mirar de forma desafiante hacia un 'playoff' que está a solo cinco estacines de distancia, a poco más de un mes de camino. Y lo tiene en su mano, en los tres partidos de la Nueva Condomina. El primero, mañana.
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