El encuentro frente a la AD Alcorcón que tendrá lugar esta jornada supondrá, a buen seguro, algo más que tres puntos en la clasificación. La competición se encuentra en su recta final y el último sprint determinará el alcance final de los objetivos a lograr. El equipo está concienciado de la importancia de obtener una victoria en tierras madrileñas y la confianza es total de cara a seguir escalando posiciones en la tabla. Así lo ha transmitido Iriome González, quien advierte de la importancia de no bajar la guardia en un tramo final de especial exigencia: "matemáticamente no hay nada asegurado, así que tenemos que sumar. Estamos confiados, pero es cierto que nunca estás seguro al cien por cien, los equipos aprietan mucho y no podemos despistarnos, en los últimos partidos todos los equipos se juega mucho. Tenemos que intentar sacar los puntos cuanto antes. Ganando esta semana podemos seguir peleando por todo, no contemplo otra cosa. Soy optimista, intentaremos ganar lo máximo posible"
La disposición del equipo será, según sus integrantes, la de buscar el triunfo con toda la fuerza y capacidad disponible en estos últimos compases del curso. La propuesta de presión y trabajo en campo rival será una constante a mantener, y una fórmula compatible, a juicio del extremo, con una eficacia defensiva que evite encajar un tanto en la primera mitad del choque; una traba acaecida en varios partidos a lo largo del año: "Podemos ir a por el partido y no encajar pronto. Podemos presionar en su campo, alejados de nuestra puerta y que salga bien; es verdad que durante la temporada hemos encajado muchos goles en los primeros 45 minutos. Después toca ir a remolque durante el partido y eso lo complica todo. Ellos llevan una racha buenísima, de esas dinámicas en que sale todo, tenemos que estar atentos".
A juicio del canario, el de Alcorcón es el choque de mayor dificultad que les resta a los rojillos. Un partido ante un conjunto en racha, en un estadio convertido en fortín, y que supone para ambos colectivos la llave para alcanzar cotas de envergadura en este final de temporada. Iriome advierte que será necesario competir con igual eficacia ante todos los contrarios que restan si se quiere mantener viva toda opción de alcanzar la cabeza: "Son peligrosos, principalmente por su dinámica buena, con 53 puntos cuando hace un mes lo tenían difícil. Están en gran momento, con confianza, será quizá el partido más difícil que nos queda. También matemáticamente pueden dar un pasito, y seguramente querrán meterse arriba ganando lo que les queda. Está claro que hemos cumplido contra equipos en buen momento, y viendo lo que nos queda, habrá que adaptarse a partidos como este, con un conjunto que opta a crecer, y a choques como el del Hércules, con un rival necesitado".
Una de las claves para la victoria será, según apunta el extremo, no encajar tanto alguno antes del descanso. Dado el crecimiento que en los choques disputados experimenta el CD Mirandés, el hecho de llegar igualado en el electrónico al intermedio, aumenta en muchos enteros las opciones de victoria de un equipo que en las segundas partes supera habitualmente a sus rivales en rendimiento: "Muchos partidos en los que hemos llegado con empate en el marcador, han terminado de manera favorable para nosotros. Es complicado llegar al descanso por detrás, porque la cosa se complica al ir al remolque, el rival se aprovecha de tus prisas… tenemos que tratar de subsanar esas situaciones ya que nos dificulta mucho la victoria. Nos toca ahora un campo difícil, donde la gente aprieta, será un partido que necesitará una buena adaptación, no es la primera vez que jugamos allí". Por último, ha reflejado su buen momento personal, en un equipo que, en la parte decisiva de campeonato, sigue optando a todo: "estoy contento por los minutos jugados, uno siempre quiere jugar, he sentido el cariño de la gente y en ese sentido no hay pega. Ojala pueda seguir así hasta el final".
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