Álex
Ortiz, uno de los jugadores habituales en el centro de la zaga del C.D.
Mirandés este año, compareció ayer ante los medios de comunicación en
sala de prensa con la mente puesta ya en el Nástic de Tarragona,
próximo rival de los rojillos en Anduva este domingo. Un estadio que
sigue infranqueable en lo que llevamos de campaña: "Si queremos
conseguir los objetivos está claro que tenemos que hacernos fuertes en
casa y la línea que lleva el equipo en estos dos últimos partidos ha
sido buena ante rivales complicados. Esperemos seguir así", afirmó.
El objetivo de toda la plantilla es precisamente ese, seguir con la
idea de juego desplegada hasta el momento y que, tal y como traducen las
estadísticas y lo que de verdad importa: los puntos, reflejan un C.D.
Mirandés séptimo con 21 puntos y a solo uno de los puestos de playoff:
"Si controlamos el juego no nos cansamos. Si corremos detrás de ellos y
no les controlamos mediante la posesión de balón o la estrategia
aparecen los desajustes que es lo que no queremos. Cuando jugamos en
nuestro campo y en nuestra área es cuando sufrimos, así que lo que
tenemos que hacer es presionar arriba y atacar", concluyó.
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