Hoy ya me encuentro más tranquilo porque desde las 11 de la noche del sábado a estos momentos, han pasado ya más de 40 horas, tiempo suficiente para que se me quite el mal gusto de boca que me dejó el 2-2 después de ir ganando 0-2 el sábado en Santo Domingo.
Pero me he dado cuenta que esto puede ocurrir y ocurre. Aunque esté ya lejano el tiempo, recuerdo que en la temporada 1959-60 en un partido en Anduva de Tercera División el Mirandés se fue al descanso ganando por 4-0 al Elgoibar y al final de los 90 minutos el resultado fue de empate (4-4).
Si nos acercamos un poco más, en la primera temporada del Mirandés en Segunda finalizó la primera parte en La Condomina ganando por 0-2 al Murcia y al final del partido empate a 2 porque a falta de 2 minutos para llegar a los 90, empataba Matilla. Entonces, recuerdo que el comentario que se hizo fue de "qué mala suerte".
Y por poner algunos ejemplos de esta temporada en Segunda, nos encontramos que el Barça B en El Toralín iba ganando 2-4 y al final se tuvo que conformar con el empate. El Lugo en Soria, tuvo un marcador a favor de 4-6 y al final se repartían los puntos con un llamativo 6-6 con el Numancia de anfitrión y parece que no tiene explicación no ganar un partido marcando 6 goles fuera de casa. Y uno de los cabeceros, el Spórting de Gijón, terminó la primera parte ganando por 0-2 en la Nueva Creu Alta, y al final el Sabadell rescataba un punto empatando el partido.
Y por "dejarse" empatar el Mirandés en Alcorcón después de ir ganando por 0-2, le llueven las críticas en las redes sociales. Como soy demócrata, las tengo que respetar, pero bajo ningún concepto compartir. Por lo que se está viendo, el Mirandés y dentro de su Liga, no juega ni mejor ni peor que sus colegas. Hay mucha igualdad. Es cierto que hay seis u ocho equipos que demuestran tener otras hechuras, y por si sirve el dato en esos 9 partidos consecutivos que el equipo estuvo sin perder, se cuentan los empates a cero goles en Anduva ante el Valladolid y en Canarias ante Las Palmas.
Por eso le quiero recodar a Carlos Terrazas que hay varios que están esperando como "agua de mayo" que el Mirandés pegue un tropezón, que lo puede tener y no tardando mucho, porque entre otras cosas todos los equipos lo tienen antes o después. Los jugadores del Mirandés no son una excepción y tampoco son máquinas que se puedan programar. Algunos ya están afilando las uñas para saltar sobre la cabeza del míster porque no entienden que "el contrario también juega".
Pero me he dado cuenta que esto puede ocurrir y ocurre. Aunque esté ya lejano el tiempo, recuerdo que en la temporada 1959-60 en un partido en Anduva de Tercera División el Mirandés se fue al descanso ganando por 4-0 al Elgoibar y al final de los 90 minutos el resultado fue de empate (4-4).
Si nos acercamos un poco más, en la primera temporada del Mirandés en Segunda finalizó la primera parte en La Condomina ganando por 0-2 al Murcia y al final del partido empate a 2 porque a falta de 2 minutos para llegar a los 90, empataba Matilla. Entonces, recuerdo que el comentario que se hizo fue de "qué mala suerte".
Y por poner algunos ejemplos de esta temporada en Segunda, nos encontramos que el Barça B en El Toralín iba ganando 2-4 y al final se tuvo que conformar con el empate. El Lugo en Soria, tuvo un marcador a favor de 4-6 y al final se repartían los puntos con un llamativo 6-6 con el Numancia de anfitrión y parece que no tiene explicación no ganar un partido marcando 6 goles fuera de casa. Y uno de los cabeceros, el Spórting de Gijón, terminó la primera parte ganando por 0-2 en la Nueva Creu Alta, y al final el Sabadell rescataba un punto empatando el partido.
Y por "dejarse" empatar el Mirandés en Alcorcón después de ir ganando por 0-2, le llueven las críticas en las redes sociales. Como soy demócrata, las tengo que respetar, pero bajo ningún concepto compartir. Por lo que se está viendo, el Mirandés y dentro de su Liga, no juega ni mejor ni peor que sus colegas. Hay mucha igualdad. Es cierto que hay seis u ocho equipos que demuestran tener otras hechuras, y por si sirve el dato en esos 9 partidos consecutivos que el equipo estuvo sin perder, se cuentan los empates a cero goles en Anduva ante el Valladolid y en Canarias ante Las Palmas.
Por eso le quiero recodar a Carlos Terrazas que hay varios que están esperando como "agua de mayo" que el Mirandés pegue un tropezón, que lo puede tener y no tardando mucho, porque entre otras cosas todos los equipos lo tienen antes o después. Los jugadores del Mirandés no son una excepción y tampoco son máquinas que se puedan programar. Algunos ya están afilando las uñas para saltar sobre la cabeza del míster porque no entienden que "el contrario también juega".
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