sábado, 14 de abril de 2018

Mirandés, 1; UDLogroñés, 0-Crónica de casa

Triunfo de prestigio en Anduva (1-0)

Los rojillos superaron a un rival que se jugaba todo en Anduva y siguen sin perder de vista el primer puesto de su grupo.
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 14/04/2018 22:27
Había que ganar y se hizo. Dicho así podría parecer tarea sencilla, pero en el seno del vestuario rojillo, en las calles de Miranda de Ebro y en el entorno del Club Deportivo Mirandés, se sabía que hoy había partido grande. Grande y difícil. Pero este equipo demostró estar preparado para un final de liga apasionante al que llegan con la mayor de las ambiciones. Sin pisar el freno. 1-0 a la U.D. Logroñés y a pensar en Zubieta. Partido a partido. El de hoy, ya se cuenta como victoria.
La primera parte fue mero trámite. Sí, porque a los dos conjuntos les importaba más no perder el timón del encuentro y estar vivos para los instantes finales. Así que con más respeto que ambición, los primeros 45 minutos pasaron sin pena ni gloria. En el área defendida por Limones, apenas se contabilizó un disparo a puerta, el que protagonizó Marcos André en el minuto 35 que acertó a rechazar el meta. Por parte de los rojillos, tampoco hubo ocasiones claras en el área visitante, más allá de acercamientos a balón parado y varios córners que no encontraron rematador. La batalla consistÍa en poseer el balón, dos equipos empeñados en jugar raso y en combinación que se repartieron la posesión en medio campo sin incidir en zonas de tres cuartos para adelante.
Todo cambió en la segunda mitad. Con necesidades evidentes ambos conjuntos, unos por reengancharse en la lucha por el playoff, los visitantes, otros empeñados en perseguir el liderato, los rojillos, se acabaron los tanteos. Tocaba morder. Tocaba arriesgar. Tocaba ir a ganar. Y los primeros en adelantar líneas fueron los de Sergio Rodríguez. Los diez minutos posteriores a la reanudación fueron los más asfixiantes para un C.D. Mirandés al que le tocó juntarse y estar bien ordenado para achicar las acometidas riojanas. De nuevo Marcos André llevó en sus botas el peligro para los suyos con un doble disparo dentro del área al que se lanzó perfecto David Prieto para repeler hasta en dos ocasiones. La U.D. Logroñés llegaba con la pelota jugada e incluso pisaba área, pero todas las aproximaciones acaban en el limbo gracias al orden defensivo de los de Alfaro, también en los balones parados. Y superada la hora de juego, tocaba coger el relevo.
No les valía el empate tampoco a los locales. Ganar, ganar y ganar, sin pensar en pasados ni próximos partidos. Era la U.D. Logroñés y tocaba ponerse el traje de faena. La entrada al campo de Peláez recuperó la posesión rojilla. El equipo le buscaba y el gallego se movía como pez en el agua entre líneas, haciendo dudar a las filas blanquirrojas y, a su vez, haciendo jugar a los suyos. La primera ocasión llegó en una diagonal trazada por Borja Sánchez desde la derecha y buscando combinar con Cervero, pero la pared no salió cuando el extremo ya pisaba el balcón del área prácticamente sin oposición. En el 66, Kijera avisaba con un centro fuerte y raso que se paseó por el área pequeña de un Miguel -el guardameta logroñés- que miró el balón temeroso de que apareciese una pierna rojilla para empujar un gol servido. No ocurrió. Tres minutos después era Peláez quien probaba desde el pico del área, pero su disparo de primeras tras la dejada de cara de Cervero se perdió por encima del larguero. Jugaban y apretaba los de Alfaro llamando a las puertas del gol.
Y llegó. Llegó el gol en Anduva. De nuevo en una buena jugada trenzada, de lado a lado. Un balón largo a zona peligrosa llegaba a las botas de Peláez que, a escasos centímetros de la línea de fondo no esperaba ni un instante a centrar un balón que encontró al dueño del gol en el segundo palo. Sí, Diego Cervero hizo estallar Anduva de nuevo en el minuto 74 de partido. Tocaba amarrar el botín. Era una recompensa más que merecida y el C.D. Mirandés no iba a dejar escapar tres puntos que, a la postre, valieron su peso en oro. Así que con la entrada de Bruno Rivada, Pablo Alfaro pobló aún más la defensa e hizo que los minutos finales corriesen sin mayores reseñas. El C.D. Mirandés mató el partido con la posesión del balón y sin sufrir apenas, más allá de una volea fallida de Marcos André dentro del área. Al final, júbilo en las gradas que vio cómo su equipo sigue firme, con ambición y esperanzado su objetivo.

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