Cuando todo parecía indicar que el Mirandés iba a dar por finiquitado el partido ante el hoy colista Gernika, en el minuto 88 llegaba una jugada con balón que recepcionaba Alvaro Rey y disparaba sobre puerta para que el balón entrara con cierto suspense tras pegar en la base del poste derecho del buen portero vizcaíno. Luego dos minutos más de sufrimiento y al descuento para seguir sufriendo, no ya porque el Gernika diera sensación de peligro, sino por la impotencia de los jugadores del Mirandés que seguro se estarán diciendo que hoy han librado el peor partido de la temporada. Ni el primer acto ni el segundo, ha habido por donde cogerlos. Un partido tedioso donde los haya que ha tenido su mejor recompensa con los tres puntos con el gol de Alvaro Rey, un "Rey" que nos ha salvado a todos: a sus compañeros, al entrenador, a la Junta y a los sufridos espectadores que lo hemos pasado mal, francamente mal por ver a un Mirandés totalmente desconocido. Cuando se juega bien hay que decirlo, y cuando se juega mal, mal, como hoy, hay que decirlo también. Esperemos que esto cambie.
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