domingo, 2 de agosto de 2015

¡Gracias, Raúl...!!

Personajes curiosos

La enciclopedia andante del Mirandés

Raúl Canales / Miranda - sábado, 1 de agosto de 2015
Tinín Melgosa, padre del periodismo deportivo de Miranda, guarda un archivo único con las crónicas y estadísticas de todos los partidos oficiales del club de Anduva a lo largo de su historia
Un buen aficionado recita de memoria el once inicial de su equipo pero solo él es capaz de recordar el nombre de los más de ochocientos jugadores que se han enfundado alguna vez la camiseta del Mirandés. Y es que Tinín Melgosa es una enciclopedia rojilla.
Basta con enseñarle una foto para que identifique uno a uno a todos los integrantes «y si no me acuerdo de un nombre no puedo parar de darle vueltas hasta que lo saco», y cuando alguien le dice un año inmediatamente responde la categoría en la que jugó el Mirandés esa temporada.
Entrar en su casa es adentrarse en un museo rojillo. No hay un palmo de estantería que no aloje un recorte del club de Anduva. Sabe que tiene un tesoro y lo comparte con devoción, por lo que las horas no pasan cuando uno se sumerge en un archivo único en el que no se escapa ni el más mínimo detalle. Cada jugador tiene su ficha personalizada, cada crónica archivada cronológicamente, cada árbitro, cada presidente,... Cualquier duda puede ser resuelta en segundos, aunque Tinín apenas necesita consultar los documentos ya que su prodigiosa memoria le permite reproducir todo tipo de estadísticas y anécdotas con precisión. «No soy un ordenador pero tengo un buen disco duro», asegura con la ironía que le caracteriza.
Y es que pocas veces olvida un dato y casi nunca una cara. Solo así se explica que en más de una ocasión aficionados y exjugadores hayan recurrido a él para dirimir discusiones de bar sobre partidos o goles que ni los propios protagonistas recuerdan o que sea capaz de reconocer entre los aficionados presentes en un amistoso a un árbitro retirado que en su día pitó una vez en Anduva.
Su pasión por el Mirandés comenzó de niño, cuando colgaba por las paredes de casa las alineaciones escritas en papel de carnicería «porque no tenía dinero para comprar folios», pero el empujón definitivo llegó a raíz de su amistad con Juan Arranz Fraile, quien le donó una pequeña colección con resultados y onces iniciales de los primeros partidos oficiales del club. A partir de ese momento decidió no solo conservar el legado, sino ampliarlo.
Durante años se embarcó en una cruzada para recopilar todos los datos posibles. Una vez por semana acudía en autobús a los archivos del Diario de Burgos con un magnetófono para grabar las crónicas, que posteriormente transcribía en casa en largas madrugadas entre el humo de cigarrillos y su vieja máquina de escribir.
Trabajador metalúrgico, el gusto por la literatura heredado de su padre, le fue acercando poco a poco al mundo del periodismo y alejando de la Fundición. Su debut como cronista el 15 de abril del 56, con triunfo rojillo ante el Azkoyen, solo fue el primer paso de una prolífica carrera en la que ha colaborado con cientos de medios de todo el país.
Con un estilo ingenioso y ocurrente en el que humor y refrán se dan la mano con maestría, hablar de Tinín Melgosa es hacerlo del padre del periodismo deportivo en la ciudad. Lo suyo es vocación pura, periodista de oficio y no de título, forjado en lluviosas tardes de domingo en campos de barro y pueblos perdidos.  «A los partidos iba con mucho tiempo para llamar a los timbres de las casas cercanas al campo y pedirles usar su teléfono en el descanso y al final y así poder pasar la crónica a la redacción del periódico».
Nunca faltó a su cita informativa y eso que siempre ha tenido varios frentes abiertos. Inquieto y emprendedor, se ha embarcado en infinidad de proyectos. El más notorio, Miranda Deportiva, una gacetilla semanal que se repartía en kioscos y bares locales surgida en la década del 70  y que ha mudado su formato en varias ocasiones para adaptarse a los tiempos, hasta que decidió traspasar la cabecera cuando se jubiló en la radio.

Siempre activo
Habrá quien piense que para tener una colección como la suya, hay que tener dedicación casi exclusiva. Se equivoca. «Es como un árbol, que lo plantas y le ves crecer cada día», y aunque casi siempre saca «un rato» para su archivo, Tinín es de esas personas que parece que multiplican las horas del día para abarcar todas sus ocupaciones, y sobre todo, el reloj no corre cuando se trata del Mirandés.
Y es que el club rojillo «lo es todo» para él. Desde que pisó por primera vez el antiguo campo de La Estación le ha dado «muchos amigos, muchas alegrías y algún que otro disgusto». Entre los primeros, casi todas las personas que han pasado por el club y que recuerdan de forma entrañable a este profesional de los medios que siempre antepuso el deber informativo, pero que también supo callar y arrimar el hombro cuando hizo falta.
Su amor incondicional a los colores, que ha sabido transmitir a su familia, solo es comparable con la devoción que profesa por su mujer, compañera de grada en infinidad de encuentros. «Durante años nos íbamos los dos con los niños a la ciudad donde jugaba el Mirandés y me ayudaba con las crónicas», asegura. Y bajando el tono, como quien confiesa una trastada, reconoce que «conocí a mi esposa en un San Juan del Monte, pero aún así el San Juan más feliz de mi vida fue cuando subió el Mirandés a Segunda».
Ese ascenso fue la culminación de un sueño, aunque Tinín se queda con otras dos campañas en las que disfrutó de forma especial «La 57-58 con promoción incluida y la 86-87, con la Copa contra el Espanyol de entonces», rememora.
Su pluma ha bautizado a más de un futbolista con motes que han pasado a la historia, pero no tiene dudas a la hora de señalar a sus ídolos: «Andueza, Luis Alcalde y Ricardo Bustamante». Eso sí, siente una predilección especial por leyendas más recientes como Piki Carlos, Gaspar Barriola, Iván Agustín o Pablo Infante.
Aunque hace años que colgó los bártulos de manera profesional, Tinín nunca se ha retirado. Sigue al pie del cañón desde su blog, mirandadeportiva en el que la actualidad rojilla se salpica con retazos de historia y curiosidades  bajo el inconfundible sello de su perspicaz pluma. Un espacio digital en el que con cuentagotas, publica parte de su inagotable archivo y cada domingo, siempre fiel, acude a Anduva a disfrutar y sufrir, a partes por igual, con su equipo, el de toda la vida.
Gracias a Raúl Canales por
dedicar dos páginas a este
humilde comunicador del
C.D.MIRANDES...!!




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