Con todo por decidir, el equipo se encuentra inmerso en el objetivo de lograr una victoria clave en el tramo final del campeonato liguero. Tres puntos de oro que certifiquen la continuidad del CD Mirandés, ante un rival directo que intentará frenar las fuerzas rojillas. Para Pablo Infante, recuperarse de la decepción sufrida en el último partido en casa frente al Hércules CF será una de las claves para afrontar con garantías el choque. El capitán es optimista en cuanto al momento del equipo: "este resultado marcará el hecho de seguir en Segunda A, es vital para el club, ciudad, jugadores… somos conscientes, y vamos con la mejor de las intenciones a Lugo. Lo pasado, pasado es, ahora nos centramos en el partido y en lograr una victoria importante para todo. El partido ante el Hércules CF fue un chasco, la gente está fastidiada, había mucha ilusión, y ante un palo de estos cuesta levantarse. Con todo, creo que la gente está animada, vamos para arriba y creo que llegamos en unas condiciones buenísimas al partido".
Infante es consciente de la igualdad que se respira ante un choque entre dos equipos que saltarán al verde del Anxo Carro con mucho por decidir. El delantero confía en recuperar la mejor versión de un equipo que, afirma, está preparado para el asalto al feudo rojiblanco: "somos dos equipos con mucho en juego, tenemos que hacer un partido inteligente y que necesitará de toda la concentración. Hay mucho en juego, tenemos que estar bien en todos los sentidos, somos conocedores de lo que significa cada resultado y si encontramos nuestra mejor línea tenemos muchas opciones. La primera premisa debe partir de evitar el tanto en contra y a partir de ahí, buscar el gol".
El 14 rojillo reconoce la decepción que supuso el último resultado cosechado frente al Hércules CF. Expresa el sentimiento de un vestuario dolido, y comprende en su totalidad el malestar de una grada que esperaba un triunfo en campo propio para cerrar el capítulo liguero. Pese a las dificultades, Pablo Infante asegura que ve al equipo convencido de sus posibilidades y pleno de energía de cara a la gran cita del sábado: "hay que ir a ganar, está claro. Han sido días muy duros, anímicamente nos dolió mucho a todos, el vestuario estaba tocado. Analizando todo fue una situación complicada, todos esperábamos cerrar esto en el último partido y no pudo ser, nuestras expectativas y las de toda la gente no se vieron correspondidas. Con todo, esta semana estoy con buen sabor de boca, veo a la gente con muchas ganas, fuertes anímicamente, y con energía para afrontar el reto en las mejores condiciones".
Por la cabeza del punta rojillo sólo pasa la obtención de un resultado positivo y la certificación de la permanencia en la categoría. El choque será difícil, apunta, ya que precisará de equilibrio, mentalidad fuerte y capacidad de gestión óptima a lo largo de los noventa minutos. La victoria significa todo, y olvidarse así de terceras combinaciones. Todo se pondrá en juego por lograr el ansiado objetivo: " sabemos que va a ser un partido difícil de jugar, requerirá mucha sangre fría, dominar los tiempos, intentar aprovechar todas nuestras oportunidades, y todo ello, jugando con cabeza. La gente que va a jugar tiene que salir concienciada de que ganando dependemos de nosotros mismos. Será un día de transistores, pero no podemos desviar fuerzas, ganando nos olvidamos de todo. La dinámica del rival tampoco es nada buena y querrán resarcirse, pero confío plenamente en la capacidad de los compañeros para salvar la situación y, para que así, de este modo, el año que viene sigamos hablando de esta maravillosa Liga Adelante en la que todos queremos continuar".
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