martes, 10 de junio de 2014

Los tres últimos entrenadores del Mirandés

Fútbol / Segunda División

«A veces un paso atrás permite coger impulso y dar dos adelante»

R.C.G.-J.A.L. / Miranda-Burgos - lunes, 09 de junio de 2014



Los últimos entrenadores del Mirandés muestran su decepción por el descenso, pero animan a mirar al futuro con optimismo amparándose en la experiencia vivida estos años

Antes de la llegada de Carlos Terrazas al banquillo del Mirandés, Julio Bañuelos, Carlos Pouso y Gonzalo Arconada pusieron su granito de arena para que el equipo rojillo pudiera vivir el sueño del fútbol profesional. El exjugador lo llevó a Segunda B, el ahora técnico de la Unión Deportiva Logroñés logró el ascenso y permanencia en Segunda y Arconada comenzó, siendo incluso líder, la temporada que ha terminado con la decepción del descenso. Los tres han valorado la situación y apuestan por aprovecharlo para fortalecerse de cara al futuro.
«Este palo es más duro que no lograr el ascenso, pero el Mirandés ya ha demostrado otras veces que es capaz de sobreponerse a este tipo de mazazos», recuerda Carlos Pouso, afectado por el devenir de la temporada. Unos días después de cerrar su fichaje por el UD Logroñés, Pouso mantiene un vínculo especial con el Mirandés y Anduva, donde vivió su mejor etapa como entrenador. «Llevo a Miranda en el corazón por lo que viví», dijo. «Conservo muchas amistades que sé que en estos momentos lo están pasando muy mal. Me duele y sufro pensando en cómo estará la afición», lamentó Carlos Pouso.
También tuvo palabras de recuerdo para la afición mirandesista Gonzalo Arconada, quien fue destituido en la primera vuelta de la competición. «Lo siento mucho por ellos, porque no se merecen algo así», afirmó. Pese a lo sorprendente de su salida del club y al hecho de que incluso recibió pitos de la afición, Arconada no tuvo ni un solo reproche, ni una mala palabra, para el que fuera su equipo. Es más, todas sus expresiones fueron de afecto hacia el cuadro de Anduva. «El sentimiento que hay en Miranda hacia el Mirandés es muy intenso, casi único. Los aficionados no se merecen pasar por esto», remarcó.
También a la afición, y en concreto hacia su condición de seguidor del equipo rojillo, aludió Julio Bañuelos. «He pasado muy mal rato. Desde la distancia parecía que la diferencia que el equipo tenía era suficiente y no me atrevo a decir si ha existido algún tipo de problema interno, pero sí a afirmar que es una faena», dijo apesadumbrado.
¿Qué le ha podido pasar al equipo en las últimas jornadas, por tanto? Para Bañuelos ha sido la dinámica de resultados la que ha terminado por arrastrar a los rojillos. «El asunto se ha ido complicando mucho. Cuando la categoría está tan equilibrada, una mala trayectoria te hace mucho daño y te acaba abocando a sufrir», comentó. Y cuando esta dinámica, como en el caso del Mirandés, se produce en las últimas jornadas, la dificultad aumenta y se hace más difícil «revertir la situación».
También vivieron con intensidad la triste jornada del sábado Pouso y Arconada. En el caso del nuevo técnico del Logroñés, no vio el encuentro completo «por un compromiso personal», pero sí estuvo atento en todo momento a la evolución de la jornada y «escuché los últimos diez minutos por la radio con muchos nervios. La verdad es que no podía imaginar un desenlace así», explicó. También Arconada estuvo pendiente y, a la conclusión, intentó hablar con algunos jugadores, a los que notó «abatidos. Intenté darles ánimos pero no era fácil. Y no creo que el equipo haya merecido el descenso», añadió.

Futuro

Ahora, al Mirandés le toca mirar hacia el futuro. Y tanto Arconada como Pouso y Bañuelos creen que debe hacerse desde el optimismo y sacando muchas lecturas positivas. «Hemos sido grandes, somos grandes y seremos grandes. Todo el mundo ha visto estos tres últimos años que el Mirandés es un equipo respetable, que puede competir con cualquiera y que sabe hacer las cosas bien», aseguró Bañuelos. «En estos momentos hay que levantar la cabeza y recuperar la ilusión», añade Arconada, quien también envió «un mensaje de ánimo» a aficionados y jugadores. «Es un golpe muy duro, pero no debe verse como una tragedia. Ha sido bonito mientras ha durado y ahora toca trabajar, pero sin volverse loco», consideró Pouso, quien recuerda que ya se logró «una vez, por lo que se puede lograr de nuevo».
La frase que mejor resume, posiblemente, el sentimiento de que el Mirandés puede reverdecer laureles la pronuncia Pouso, quien posiblemente se mida a partir de septiembre a su exequipo sobre el verde de Las Gaunas y Anduva. «Tras perder ante el Guadalajara (en el intento fallido de ascenso), el directivo Pepe Uslé me dijo que la vida se compone de ilusión y olvido. Esta es la receta que debe seguir ahora el Mirandés», concluyó.


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