Intento ser objetivo e imparcial a la hora de valorar el resultado de ayer por la tarde en Anduva, donde el Huesca se llevó la victoria por 0-1. Un resultado que se había dado ya en Miranda en 65 ocasiones. Probablemente yo vi todos los partidos y me acuerdo de muchos, de otros no porque mi memoria tiene un límite. Recuerdo que el Oberena ganaba por 0-1 en los años 60 y aquello fue injusto, que el Alfaro en los años 80, también ganaba y todo por la mala suerte que se cebó en el Mirandés. El Rácing de Santander vencía en los años noventa y también por un auto gol de Roth y el Burgos en el año 2004, por un gol que anotaba precisamente Goiría, hoy en el Mirandés, desde el punto de penalti y precisamente en la misma portería que ha marcado Camacho para el Huesca. Y puestos a señalar que muchos puntos volados han sido de forma injusta, tenemos el 0-1 reciente del Alavés en Anduva de la pasada campaña. Pero este de hoy, ha sido tan injusto o más como todos los anteriores señalados. Nunca he visto en un campo de fútbol que un equipo con tan poco, se haya llevado tanto. Primer acercamiento al área del Mirandés, desgraciada jugada de Garmendia que "rebaña" el balón con el brazo y penalti que lanza Camacho y anota. Ha sido la única aproximación en todo el primer tiempo y un pequeño lio que se hace la defensa mirandesista en el segundo, todo el bagaje de los oscenses en 94 minutos de partido. Por otro lado, un Mirandés con la pólvora mojada se ha encontrado con un Luis García que ha tenido su día. Pero no vamos a decir que la victoria del Huesca ha sido lograda gracias al colegiado que le ha ayudado en todo momento. NO. El penalti ha sido y nada que objetar. Nos gustaría que los próximos 41 arbitrajes en los partidos que juegue el Mirandés, sean como el de esta tarde. Lo que queremos decir es que el Huesca no ha merecido ganar y se ha llevado los tres puntos. Esto pasa en el fútbol y hay que admitirlo. Nuestra enhorabuena a los de Calderón.
Y en cuanto al Mirandés, esto no ha hecho más que empezar y en otra ocasión serán los rojillos los que se benficien de las circunstancias.
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