jueves, 6 de marzo de 2014

La versión blanquiazul

Anduva, una piedra en el cristal

En su única visita a Miranda el Dépor salió derrotado y con el bus apedreado. "Fue algo puntual, de algún loco. No hubo daños físicos", recuerda Traba, autor del 2-1 definitivo

06.03.2014 | 02:31
Pardo, capitán blanquiazul, saluda al portero Muñoz en la única visita del Deportivo a Anduva. / mirandadeportiva
Pardo, capitán blanquiazul, saluda al portero Muñoz en la única visita del Deportivo a Anduva. / mirandadeportiva
El Deportivo visitará el sábado por segunda vez en su historia Anduva, un campo peculiar, con fama de ser hostil para los rivales, como pudo comprobar el equipo coruñés el 23 de noviembre de 1980, en su único desplazamiento anterior al estadio burgalés. Entonces peleaba por otro ascenso, desde Segunda B a la categoría de plata, y lo acabó consiguiendo esa misma temporada pese a dura derrota en Miranda de Ebro. Dura por el resultado adverso de 2-1 y también por la despedida que la afición rojilla le brindó a la expedición coruñesa a su salida de los vestuarios camino del autobús. Hubo gritos, insultos y varias pedradas, una de las cuales rompió un cristal del vehículo. "Fue algo puntual, de algún loco -recuerda José Manuel Traba, el autor del único gol del Deportivo en Anduva-. Por suerte, no hubo ningún daño físico".
Fue un partido trabado y con muchas interrupciones, similar al que le espera el sábado al equipo de Fernando Vázquez. Hace 34 años fue José Martínez Palomar quien dirigió al Dépor en Anduva. Todo se le torció muy pronto. A los 20 minutos ya perdía 2-0, con tantos de Antolín y Aqueche. Mucho empuje local, demasiado para el líder de Segunda B, más acostumbrado a otro tipo de fútbol. "Nos cogieron un poco dormidos y cuando quisimos reaccionar ya no hubo manera", apunta Traba. Sin embargo, la tarjeta roja al local Antolín poco antes del descanso convirtió la segunda parte en un monólogo ofensivo del Deportivo, aún más volcado sobre la portería de Muñoz cuando el Mirandés se quedó con nueve por la expulsión de Haro. El público la tomó con el árbitro -el valenciano García Auñón, que llegó a anular dos tantos al conjunto blanquiazul- y también con el equipo visitante, incapaz de volver a perforar la meta burgalesa.
El acoso coruñés se quedó sin premio y tras la ducha se produjeron los incidentes, que acabaron con una luna rota y algunas abolladuras en el autobús blanquiazul. "Los aficionados estaban enrabietados por el tema del árbitro, por las dos expulsiones, y lo pagamos nosotros. Hubo muchas interrupciones y el colegiado alargó el partido siete u ocho minutos más allá del 90. La policía tuvo que acordonar el camino desde los vestuarios hasta el bus", relata Traba, uno de los puntales de aquel Deportivo que formó con Jorge, Pardo I, Javi, Silvi, Piña, Villanueva, Eduardo, García, Muñoz, Traba y Morón. Andrés Pardo, el capitán, lo describe como "el típico partido duro de Segunda B". "Fue mi última temporada en el Deportivo -recuerda- y para nosotros era un campo muy de pueblo, en el buen sentido, sin demasiadas gradas".
La reglamentación obligaba a formar en Segunda B con al menos dos jugadores sub 20 y Martínez eligió para aquel encuentro a Javi y Eduardo. Alfonso Castro, que entró por Eduardo, rescata de su memoria aquel partido "correoso" de Anduva. "Son rivales duros que siempre trabajan mucho. Meten balones arriba y suelen aprovechar a la gente alta que tienen en ataque", argumenta Castro. Ahora son otros tiempos y el fútbol ha cambiado mucho, pero para el sábado prevé un encuentro igualmente "difícil y duro". También lo intuye Traba, convencido de que el Dépor de Vázquez se encontrará con el público rival "muy encima, como en Eibar o en Alcorcón; es un campo complicado, con un ambiente siempre muy fuerte". Así es Anduva, una piedra en el camino que hace 34 años, por desgracia, acabó siendo una piedra en el cristal del Dépor.
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Bueno, creo que se exagera mucho. Respetamos la opinión de Traba, pero no la compartimos. Es muy fácil  echar la culpa al "empedrado". Pero lo que no dicen aquellos jugadores del Deportivo es que fueron superados por un Mirandés que mereció la victoria y que tuvo que luchar contra ellos y contra la labor arbitral. Terminado el partido remitimos la crónica al "Faro de Vigo" con estos titulares: 
"EL CORUÑA, CERO EN FUTBOL". "EL EQUIPO DE RIAZOR CAUSÓ UNA POBRISIMA IMPRESIÓN ANTE UN RIVAL EN INFERIOIDAD NUMERICA"



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