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Los rojiblancos solo han podido aguantar el tipo sin goles en contra en diez encuentros, el 26,3% de los disputados El técnico tratará de suavizar en Anduva los números del Sporting, el equipo que menos partidos ha dejado su portería a cero de los once primeros clasificados
JAVIER BARRIO | GIJÓN..-
No hubo una alegría plena en el banquillo de El Molinón cuando el partido contra el Hércules quedó en el retrovisor, perdido en la carretera de la temporada, cada vez más lejano con el paso de los días y la cercanía del viaje a Miranda de Ebro. «Me hubiera gustado como defensa que fui dejar la portería a cero», admitía Abelardo a la luz pública, generoso en el reconocimiento a la actitud de sus futbolistas, aunque ligeramente frustrado con la exhibición de ese pequeño lunar que dejó el último partido liguero.
El deseo de terminar un encuentro sin lamentar goles forma parte de una aspiración tan vieja como la propia historia del fútbol. «Es muy importante», asume Álex Barrera, cuya mirada ya está puesta en el partido de mañana (Anduva, 20 horas). Es uno de sus principios básicos, más prácticos y lógicos, para caminar hacia una victoria. Aunque hay entrenadores, como el propio José Ramón Sandoval, que asumen el peaje de los goles recibidos como un mal menor dentro de la obtención de un equipo que tenga una alegría ofensiva por encima de la media.
No es el caso de Abelardo, defensa central en su etapa como futbolista, que ha bebido de la metodología de trabajo de entrenadores tan dispares como Johan Cruyff o Louis Van Gaal y Javier Clemente, estos dos últimos bastante más conservadores que el primero. «Tenemos potencial arriba, opciones de marcar, pero la clave está ahí, en mantener la portería a cero. Hay que amarrar atrás. Tenemos que ser un equipo que si hace un gol, gane 1-0. Hay que intentar ser así», concluye el técnico gijonés.
Esa necesidad, en el caso del Sporting, ha derivado en una notable obsesión. A estas alturas del curso ya no es ningún secreto que el conjunto rojiblanco es un equipo de marcados rasgos: el más goleador de la categoría (57 goles) y, a la vez, uno de los más goleados (49). Un total de catorce equipos, de hecho, han recibido menos que él. Por buscar un contraste a la cifra de goles en contra, el Girona, que ocupa la primera posición de camino al descenso, contabiliza hasta el momento 46.
Al Sporting le cuesta demasiado mantener su portería a cero y eso, a las puertas del 'play off', supone un verdadero quebradero de cabeza para Abelardo, sabedor de que la eliminatoria penaliza con severidad al goleado, sobre todo fuera de casa, donde impera la norma clásica de que los tantos del visitante valen doble. Todo esto choca frontalmente con la tendencia actual del Sporting, que ha sido capaz de aguantar el tipo sin conceder goles en diez partidos, el 26,3% de los que ha disputado a lo largo del curso. Todo lo demás han sido descosidos. «Es una tarea que tenemos pendiente», subraya Barrera.
La estadística se sonroja bastante más al contraste con los rivales directos. De los once primeros clasificados en Segunda, el conjunto rojiblanco es el que menos partidos ha registrado en la clasificación sin goles en contra. Deportivo, Eibar, Las Palmas, Murcia, Tenerife, Sabadell, Córdoba, Recreativo, Alcorcón. Todos le sobrepasan en este aspecto. Hasta el Barcelona B, el filial del equipo más atrevido del mundo, que en condiciones normales sería una amalgama de choques estadísticos con mucha pegada y poco culto al trabajo defensivo.
El Eibar, sin duda, es el paradigma. Puede presumir de haber mantenido su portería a cero en veintiún encuentros. Ha ganado diecisiete, un número por encima de la media, sí, pero ha arañado otros doce puntos a través de empates. Aunque ha decaído en el último tramo, inconstante, su candado le ha servido para mantener el segundo puesto.
El Numancia, la excepción
El Deportivo también es un modelo a nivel defensivo y una fortaleza que lleva en su diseño arquitectónico la firma de su entrenador, Fernando Vázquez, con dieciocho partidos con la portería a cero. No es casual que los dos primeros clasificados de la División de Plata sean los que más placidez procuran a sus guardametas, con la excepción del Numancia, con otros dieciocho partidos que, sin embargo, palidecen ante un pírrico bagaje de triunfos -nueve-, el que menos ha conseguido de la categoría.
Insiste Barrera: «Contra el Hércules no nos hicieron muchas ocasiones, sobre todo en la segunda mitad, y es muy importante en un campo como Anduva mantener la portería a cero porque ocasiones, después, vamos a tener». Con esa idea, primigenia en el fútbol, se plantará el Sporting mañana en el territorio del Mirandés.
ELCOMERCIO.ES
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