Ricardo Llago analiza al Mirandés

el análisis su talón de aquiles

Solidez defensiva y anemia ofensiva en el Mirandés

Pouso basa el juego de los suyos en la intensidad, pero son un equipo irregular y con pocas ideas en ataque, donde Díaz de Cerio suele estar demasiado solo

RICARDO LLAGO 30/03/2013

 

Tras la Copa de la temporada anterior, Pablo Infante saltó a la fama. EFE

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Contradictorio e irregular, así es este Mirandés, capaz de ser irreconocible de una semana en la que expone todas sus virtudes, a la siguiente en la que muestra lo peor de su repertorio. Tan cambiante como sus alineaciones, siempre difíciles de adivinar. Su cara buena es la de un equipo intenso tanto defensiva como ofensivamente, destacando el gran espíritu colectivo de sus hombres.

Pouso utiliza un 4-2-3-1. Dadas sus limitaciones técnicas, los comportamientos creativos de su equipo son simples y verticales. Como local quiere tener más la pelota. Goitia, de fuerte y largo golpeo, suele jugar directo arriba. Portero de área pequeña, más fiable en el despeje que en el blocaje. En la zaga hay tres fijos: en el eje, Caneda es el que impone la jerarquía, acompañado por Soria, que atesora un buen desplazamiento de balón. En la derecha, Garmendia, fuerte voluntarioso y disciplinado; en la izquierda alternan dos zurdos, Kokili, lateral específico discretamente cumplidor, y Corral, central mas eficaz en la marca pero más duro de cintura. Es una defensa que sufre ante atacantes veloces y hábiles.

Tres hombres se disputan el doble pivote: Martínez tiene criterio, es seguro en el pase y se descuelga en ataque, pero viene de una grave lesión de tibia y peroné, y apenas ha jugado; Martins aporta sentido táctico y equilibrio; y Rúper, un volante fornido y potente, tiene como mejor virtud su disparo de media distancia.

En la línea de tres mediapuntas es clave el zurdo Muneta, el de más talento y visión de juego. Con Infante volviendo de una lesión y Suárez fuera de combate, los puestos de banda pueden ser para Iribas, lateral o interior de gran presencia física y recorrido y, en la izquierda, Mujika, jugador más aguerrido que sutil o Alaín, que juega en todas las posiciones del ataque y destaca por su combatividad y llegada.

SU REFERENCIA OFENSIVA // En punta es indiscutible Díaz de Cerio. Acostumbrado a jugar en solitario, ofrece grandes desmarques de apoyo y ruptura, va muy bien a los espacios y, viéndose casi siempre en inferioridad frente a los defensas toma decisiones muy rápidas en el control y remate. En alguna ocasión ha jugado junto a Goiria, un 9 clásico, de perfil mas físico y mayor dominio del juego aéreo. Suele ingresar en el segundo periodo para intentar remontar marcadores adversos.

En Anduva, el Mirandés utiliza las llegadas por banda para buscar centros laterales cercanos a la línea de fondo y dominar las segundas jugadas. De todas formas, la falta de gol del equipo es alarmante, por lo que no se manejan bien con desventaja en el marcador. Se ven obligados a arriesgar y a llevar la iniciativa y luego manifiestan problemas en las transiciones defensivas. Con resultado favorable se arropan, juntan líneas y se agarran al orden táctico con buenas basculaciones y ayudas continuas. H