La teoría de una evolución
El Córdoba ha recuperado el estilo ganador del inicio con muchas caras nuevas y ciertos matices La zaga, el doble pivote y las bandas, claves
Cisco López Córdoba | Actualizado 22.04.2014 - 05:02
Ocho meses después de la primera victoria a domicilio de la temporada en Riazor, pero con idéntico estilo al de entonces, el CCF asaltó el sábado el Rico Pérez, un escenario inexpugnable desde hacía más de medio siglo. Ferrer se ha dado cuenta de que el sufrimiento, la solidaridad y el correr más que el enemigo es la única receta para alcanzar el éxito. De momento, la permanencia está sólo a tiro de una victoria más y el play off, el sueño de verano que durante muchas semanas pareció imposible, se ha puesto a apenas dos puntos. Sin salirse del guión del partido a partido, final a final, y sin entrar otra vez en el juego de presión y necesidad de estar entre los mejores, el equipo llegará en estas siete últimas jornadas hasta donde pueda. En el camino se han quedado muchas personas (técnico y jugadores), se ha producido un cambio de cromos en el once, pero no se ha perdido la esencia, lo importante.
Relevo forzoso en la portería
Saizar fue titular durante las primeras 31 jornadas. Intocable tanto para Villa como para Carrión y Ferrer. Pero un choque con Moha en Sabadell llevó a la enfermería al héroe del CCF en muchos partidos. Era el turno de Juan Carlos, que apenas si se había visto en la Copa y sobre el que se cernía la sombra de Razak de cara al curso 14-15. Y el alcarreño ha respondido. Las dudas de su estreno se han disipado hasta completar en Alicante su mejor actuación, dejando por primera vez su puerta a cero. Con el vasco encarando la recta final de su recuperación, habrá que ver qué decide el técnico cuando pueda contar con ambos.
Por fin laterales decentes
Desde el inicio de la temporada, ya Villa advirtió de un serio problema en los laterales. Ni Janse ni Campabadal convencían en la derecha, y Samu hacía lo propio en el otro costado, lo que llevó a utilizar tirado a la cal a Raúl Bravo, que llegó para ser central. Al final, tras el mercado de invierno y un puñado de semanas, Ferrer ha encontrado una pareja que cumple atrás y adelante: Gunino y Pinillos. El uruguayo llegó para ocupar el sitio del holandés, cortado en enero, y el riojano lo hizo para reforzar al filial, pero se ha asentado, haciendo de Samu un habitual descarte.
El veterano y el novel
La baja por lesión de Armando, al que el mercado de invierno llevó a Nueva York, hizo que el excapitán del filial, Fran Cruz, comenzara el curso como titular en su debut en Segunda. No fue algo circunstancial, pues el notable rendimiento del cordobés lo dejó ahí durante 17 jornadas. A veces con Bouzón, a veces con su hermano Bernardo para terminar con Raúl Bravo. Pero aquella rotura en Zaragoza cortó su progresión y dibujó una pareja con los más veteranos al frente, rota ahora por la descarada apuesta de Ferrer por el menor de los hermanos Cruz, que forma un muro con el exmadridista que no tiene pinta de moverse.
Una pareja 'posicional'
Si vueltas ha dado el centro de la defensa, no es para menos el centro del campo. Villa siempre mantuvo su apuesta, clara, por la compensación entre un pivote de destrucción y otro más creativo. En el inicio, Luso y Abel fueron los elegidos, con el auxilio por delante de Caballero, que más de una vez jugó atrás. Incluso más de una vez se alinearon los dos jugones sin demasiado éxito, al igual que cuando entró Pelayo. La llegada de Pedro Cordero avisó de la falta de músculo y en enero llegó Obiora, luego complementado por Garai ante la lesión de Caballero. Y con esos mimbres, el resultado final es que Ferrer quiere jugar como al inicio, pero esta vez blindando de verdad la zaga con una pareja de stopper. Aunque no lo está teniendo fácil por las continuas bajas, que ha llevado a alternarse a todos los de corte defensivo, perdiendo protagonismo el intocable Abel.
Trabajo en lugar de calidad
Pedro y López Silva comenzaron siendo los dueños de los costados ofensivos. Había poco más donde elegir, pues la apuesta por Joselu (ahora cedido en el Jaén) nunca cuajó del todo. Menos aún Ayina, traspasado al Racing antes del final del mercado estival. Ambos han sido exprimidos, sobre todo el onubense, hasta que llegaron Nieto y Juanlu en enero aportando competencia y aire fresco. Comenzó jugando más el primero, aprovechando la ausencia del alicantino, y ahora lo hace más el malagueño. El trabajo atrás de Pedro y Juanlu es más valorado con este nuevo estilo más conservador.
Lo único que no se toca
Arriba, Xisco ha ganado la partida a Arturo, que ha tenido bastantes oportunidades en su estreno en la categoría, en el momento en el que ha aportado el juego sin balón y la presión que le solicitaba el técnico. Aunque a decir verdad, es el único, junto a un enganche que ahora es Uli Dávila, con cierta libertad. Tras vivir en el ostracismo, el mexicano ha empezado a tener continuidad por fin, aunque sigue sin explotar todas sus virtudes. Sólo con el resultado a favor, las maniobras de Ferrer para amarrar hacen que el equipo se desdibuje.
Relevo forzoso en la portería
Saizar fue titular durante las primeras 31 jornadas. Intocable tanto para Villa como para Carrión y Ferrer. Pero un choque con Moha en Sabadell llevó a la enfermería al héroe del CCF en muchos partidos. Era el turno de Juan Carlos, que apenas si se había visto en la Copa y sobre el que se cernía la sombra de Razak de cara al curso 14-15. Y el alcarreño ha respondido. Las dudas de su estreno se han disipado hasta completar en Alicante su mejor actuación, dejando por primera vez su puerta a cero. Con el vasco encarando la recta final de su recuperación, habrá que ver qué decide el técnico cuando pueda contar con ambos.
Por fin laterales decentes
Desde el inicio de la temporada, ya Villa advirtió de un serio problema en los laterales. Ni Janse ni Campabadal convencían en la derecha, y Samu hacía lo propio en el otro costado, lo que llevó a utilizar tirado a la cal a Raúl Bravo, que llegó para ser central. Al final, tras el mercado de invierno y un puñado de semanas, Ferrer ha encontrado una pareja que cumple atrás y adelante: Gunino y Pinillos. El uruguayo llegó para ocupar el sitio del holandés, cortado en enero, y el riojano lo hizo para reforzar al filial, pero se ha asentado, haciendo de Samu un habitual descarte.
El veterano y el novel
La baja por lesión de Armando, al que el mercado de invierno llevó a Nueva York, hizo que el excapitán del filial, Fran Cruz, comenzara el curso como titular en su debut en Segunda. No fue algo circunstancial, pues el notable rendimiento del cordobés lo dejó ahí durante 17 jornadas. A veces con Bouzón, a veces con su hermano Bernardo para terminar con Raúl Bravo. Pero aquella rotura en Zaragoza cortó su progresión y dibujó una pareja con los más veteranos al frente, rota ahora por la descarada apuesta de Ferrer por el menor de los hermanos Cruz, que forma un muro con el exmadridista que no tiene pinta de moverse.
Una pareja 'posicional'
Si vueltas ha dado el centro de la defensa, no es para menos el centro del campo. Villa siempre mantuvo su apuesta, clara, por la compensación entre un pivote de destrucción y otro más creativo. En el inicio, Luso y Abel fueron los elegidos, con el auxilio por delante de Caballero, que más de una vez jugó atrás. Incluso más de una vez se alinearon los dos jugones sin demasiado éxito, al igual que cuando entró Pelayo. La llegada de Pedro Cordero avisó de la falta de músculo y en enero llegó Obiora, luego complementado por Garai ante la lesión de Caballero. Y con esos mimbres, el resultado final es que Ferrer quiere jugar como al inicio, pero esta vez blindando de verdad la zaga con una pareja de stopper. Aunque no lo está teniendo fácil por las continuas bajas, que ha llevado a alternarse a todos los de corte defensivo, perdiendo protagonismo el intocable Abel.
Trabajo en lugar de calidad
Pedro y López Silva comenzaron siendo los dueños de los costados ofensivos. Había poco más donde elegir, pues la apuesta por Joselu (ahora cedido en el Jaén) nunca cuajó del todo. Menos aún Ayina, traspasado al Racing antes del final del mercado estival. Ambos han sido exprimidos, sobre todo el onubense, hasta que llegaron Nieto y Juanlu en enero aportando competencia y aire fresco. Comenzó jugando más el primero, aprovechando la ausencia del alicantino, y ahora lo hace más el malagueño. El trabajo atrás de Pedro y Juanlu es más valorado con este nuevo estilo más conservador.
Lo único que no se toca
Arriba, Xisco ha ganado la partida a Arturo, que ha tenido bastantes oportunidades en su estreno en la categoría, en el momento en el que ha aportado el juego sin balón y la presión que le solicitaba el técnico. Aunque a decir verdad, es el único, junto a un enganche que ahora es Uli Dávila, con cierta libertad. Tras vivir en el ostracismo, el mexicano ha empezado a tener continuidad por fin, aunque sigue sin explotar todas sus virtudes. Sólo con el resultado a favor, las maniobras de Ferrer para amarrar hacen que el equipo se desdibuje.
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