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jueves, 16 de mayo de 2019

Mirandés: estamos contigo

Todos juntos, pero de verdad…

Por OSCAR HERNÁNDEZ
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Foto: Paula González
Mediados de Mayo, el Play off a la vuelta de la esquina. Llega la hora de la verdad y parece que todos coincidimos en que es el momento de estar todos juntos. Todos a una, pero, eso sí, que sea de verdad.

No es la primera vez en los últimos tiempos en los que, por unas cosas o por otras, el ambiente en torno a nuestro Mirandés está enrarecido. Podría parecer que la cosa empezó con las declaraciones de Borja Jiménez tras el partido con la Real Sociedad B, pero en mi modesta opinión, existen determinados aspectos que no van todo lo bien que deberían desde hace ya tiempo y convendría abordarlos antes de que sea tarde.

Me gustaría, con este artículo, compartir una reflexión, analizando, punto a punto aquellos aspectos en los que todos los que, de una u otra forma, somos parte de este club, podemos hacer las cosas mejor. O al menos de otra forma. Mi intención es hacer de esto, una crítica constructiva que sirva para volver a ser lo que debemos. Por supuesto, habrá quien no lo comparta.

No sabría muy bien determinar si lo que pasa en el campo, se refleja en la grada o viceversa. O si lo que ocurre en las oficinas influye en las otras dos patas. Posiblemente, un poco de todo. Por seguir un orden en este reparto de «culpas», empezaré por la parte que me toca; la grada.

Ya hemos dicho muchas veces que la afición es el principal activo que tenemos. Eso, que parece tener claro todo el mundo, es algo que además de saber o decir, también requiere de un cuidado, ya que de lo contrario, se puede terminar perdiendo.

Ya se sabe que el aficionado es algo así como ese cliente que siempre tiene la razón. Es el que paga, el que se desplaza, el que más sufre, etc. Parece que está feo entonces reprocharnos nada. Si lo hacemos todo bien, verdad? O quizá no?

Creo que nadie en su sano juicio puede cargar a la afición del Club Deportivo Mirandés con la culpa de que las cosas no salgan bien, pero sí es cierto que para ser esa afición que generaba envidias y ganaba partidos, deberíamos corregir bastantes cosas.

Sin querer extenderme demasiado, creo que nuestro apoyo no es tan incondicional como antes. Quizá nos hayamos vuelto más exigentes, lo cual no es necesariamente malo. Pero convendría aplicarnos a nosotros mismos dicha exigencia para animar más, no silbar (u otras cosas peores) a los nuestros o no marcharnos antes de que acabe el partido.

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Foto: Paula González
Que sí. Que yo también estuve en Logroño y sentí orgullo de una afición que tras perder 3-0 se quedó a apoyar a sus jugadores. Pero ese es el verdadero espíritu rojillo que nos hace distintos al resto. Por eso hay que cuidarlo y evitar que se pierda. Por eso hay que mirarse también el ombligo.

El equipo; al fin al cabo, los que juegan. Los que ganan o pierden. Son profesionales y ganan una pasta, así que no deben afectarles los aspectos externos… Sí, ya!

Debemos valorar lo que tenemos. Esta plantilla y su cuerpo técnico han logrado durante muchos momentos de esta temporada levantar al público de sus asientos (dichosos asientos dirán algunos). Es una equipo capaz de ganar a cualquiera y que ha demostrado una enorme implicación. Con defectos aún por pulir (es ahora o nunca) tenemos una de las plantillas con más opciones de lograr el ascenso (lo que hace falta es que todos nos lo creamos).

Ahora, cuando han venido mal dadas (mejor ahora que después) es cuando les toca a ellos demostrar su valía. El míster pedía el otro día que desde la grada se apoye y se evite ese famoso «run run». No le falta una buena parte de razón en mi opinión. Eso sí, cuando pides, también has de dar y perder el siguiente partido, en casa y contra un descendido, no ayuda. Obviamente los accidentes ocurren (el segundo tras lo de Logroño), pero el partido en Getxo debe ser un golpe sobre la mesa para demostrar quienes somos y llegar al Play Off con las pilas puestas. Sí o sí.

Analizadas dos de las tres patas, falta ver qué pasa con el club. La parte encargada de engranar todas las piezas…

No creo que nadie vaya a poner en duda ahora el mérito de los actuales gestores (sin olvidar el gran trabajo de quienes estuvieron antes) en la profesinalización del Mirandés y lo mucho (muchísimo) que hemos crecido. Eso estará siempre en el haber de los dueños del club, pero, quizá, es momento de ponerse las pilas en algunas cosas…

Cualquiera que vaya a Anduva (incluso basta con ver los resúmenes de televisión) puede comprobar como, paulatinamente la afluencia baja y baja. Es obvio que el que tiene la última decisión sobre si ir o no al campo, es el aficionado, pero hay muchos factores que pueden influir y que, a mi juicio no se están enfocando del todo bien desde las oficinas.

Más allá de los precios (discutibles) de los abonos y entradas, las gradas se llenan generando ilusión y para eso hay que moverse. Está muy bien tener unas redes sociales activas y poner la tienda preciosa y las camisetas a precios asequibles. Todo eso está de lujo y la mejora en ese sentido ha sido notable. Pero no podemos quedarnos ahí.

Desde fuera da la sensación de que en esta materia el club va con el piloto automático puesto y parece ignorar que la llama se está apagado. Yo no tengo la fórmula mágica, pero lo que sí se es que hay que moverse y escuchar a la gente. Hay que enganchar de nuevo a la afición y para eso necesitamos personas que sepan escuchar y transmitir. No hace falta irse demasiado lejos. Hay en las peñas quien lo ha hecho durante muchos años. Igual es cuestión de tenerles más en cuenta!

Sea como sea, es momento de remar en la misma dirección, arrimar el hombro, estar todos a una y todos esos tópicos. Pero que sea de verdad. Que nos miremos todos el ombligo y corrijamos errores. Esto no va de tener razones o culpas. Esto va de un bien común. Vamos a ello. Aúpa Mirandés!

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