En este partido de rivalidad regional entre Mirandés y UD Logroñés, no hubo mucho fútbol pero sí mucho nerviosismo y fallos en unos y otros. Sin embargo, hubo un hombre que sobrasalió sobre todos los demás. Sergio Usón Rosel que es así como se llama el árbitro del encuentro. Mostró cartulinas amarillas sin piedad, sin criterio y con un "desparpajo" que encendió las iras del público. Ya venía precedido de que su seña de identidad era la tarjeta. Llevaba una media de 7,1 tarjetas por partido antes de este encuentro. Y ya lo sabíamos porque en un Mirandés-Bilbao At. mostró 8 cartulinas, aquí las "repartió" por igual. Y en este partido de hoy, no se había quedado conforme con las 9 que ya había mostrado antes del minuto 95, 6 para los locales y 3 para el Mirandés, sino que una vez acabado el encuentro, tuvo tiempo de mostrar otras dos para llegar a la bonita cifra de 11, que para el que no haya visto el encuentro, pensará que en Anduva se han atizado hasta en el carnet de identidad. Ha mostrado tarjetas sin ton ni son, y alguna se le ha quedado olvidada por acciones más punibles que las jugadas sancionadas de amarillo.
Yo no sé si algún equipo habrá quedado satisfecho con su actuación, lo dudo, pero seguro que el equipo de casa tendrá serias dudas.
Un último apunte. Un árbitro que lleva a sus espaldas 121 partidos en 10 temporadas ininterrumpidas en Segunda B y que no se ha movido de ella, este dato seguro que quiere decir algo.
Un último apunte. Un árbitro que lleva a sus espaldas 121 partidos en 10 temporadas ininterrumpidas en Segunda B y que no se ha movido de ella, este dato seguro que quiere decir algo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario