Fútbol | Copa del Rey
La siguiente ronda se toma en Murcia
El Racing supera al Mirandés en la primera eliminatoria de Copa y se enfrentará al UCAM de Pedro Munitis
En España, donde tomarse unas copichuelas es cultura, la aparición del VAR ha supuesto una mina de oro para los chistosos del grupo. Lo de irse a la tasca –con 'B'– es cultura en este país. Y pedir una, dos y así hasta la arrancada, también. Así que el caprichoso calendario se tomó la libertad de darle doble ración a Racing y Mirandés, que volvieron a encontrarse en Anduva. Cuatro días después. Primero Liga. Después, Copa. Pero ni en Segunda División B hay VAR, ni Racing ni Mirándes, con la vista puesta ambos en el único objetivo del ascenso, estaban ayer con demasiadas ganas de tomarse un trago. Así que, se gastaron lo justo y necesario. El que pierde paga y el Racing se tomará otra ronda, a la salud del Mirandés,en Murcia, frente al UCAM.
Anduva, Mirandés y Copa son tres palabras que para el Racing, en una misma frase, generaban desasosiego. Las cosas del destino. En enero de 2012 el equipo burgalés aún estaba dándose a conocer. Liderado por un empleado de banca –Pablo Infante–, el conjunto entonces dirigido por Carlos Pouso fue desahuciando de la competición del KO a varios los grandes que se le pusieron por el camino. Entre ellos un Racing que cayó con estrépito. A partir de ahí, el Mirandés creció exponencialmente y el club cántabro cayó en barrena. Hasta este miércoles, donde se volvieron a encontrar con muchas cuentas pendientes.
Las declaraciones previas de Iván Ania ya habían dado a entender que la Copa era un asunto secundario. Así que revolucionó por completo el equipo. Del partido del domingo en el mismo escenario y ante idéntico rival repitieron en el once Óscar Gil, Buñuel, Enzo Lombardo y Rulo –aunque esta vez de lateral–. También Iván Crespo, en una decisión que denota que no se confía en el fichado Zárraga ni para esta competición. Los numerosos cambios dieron cabida a Olaortua y Rafa de Vicente, debutantes en Liga. También a Jerín, Nico Hidalgo y Quique Rivero. Y de repente, Juanjo resucitó. El de Ontaneda pasó de estar al borde del despido el viernes de cierre del mercado a ser titular
El asturiano dispuso una especie de 4-3-3. Con Jerín en el eje, Rivero y De Vicente en los interiores dieron mucha movilidad al ataque racinguista, que de inicio dejó muy buenas sensaciones. Una versión muy diferente a la pétrea de Kitoko y Sergio Ruiz en el doble pivote. Posesiones muy largas, con criterio y con un rival –que también compareció con numerosos cambios– a merced. Pero, aún así, como viene pasando reiteradamente en este arranque de temporada, al Racing le costó transformar ese dominio en peligro real. Veinte minutos tardaron los de Iván Ania en probar al meta Guillermo. Un gran pase de Jerín a la espalda del lateral le llegó a Enzo Lombardo. El francés no pudo desbordar y finalmente optó por un pase interior hacia Quique Rivero. El cabezonense lanzó un duro disparo con poco ángulo, que el meta repelió.
0Mirandés
Guillermo, Carlos Julio, Kijera, Odei, Jon Irazábal, Antonio Romero (Miguel Díaz, min. 71), Ernest, Rúper (Melli, min. 64), Matheus, Hugo Rama y Álvaro Rey.
1Racing
Iván Crespo, Buñuel, Rulo (Julen Castañeda, min. 70), Óscar Gil, Olaortua, Jerín, Nico Hidalgo, Rafa de Vicente (Soberón, min. 75), Juanjo (Jon Ander, min. 55), Quique Rivero y Enzo Lombardo.
- GOLES
- 0-1, min. 83: Quique Rivero
- ÁRBITRO
- Velasco Arbaiza (Comité Vasco). Amonestó a los locales Carlos Julio, Álvaro Rey y a los visitantes Rulo, Julen Castañeda, Soberón y a Enzo Lombardo, en dos ocasiones.
- INCIDENCIAS
- Anduva. Césped en buen estado, aunque muy rápido, en noche fresca, con lluvia intensa
Era noche de copas, pero no de terracitas. Caían calderos de agua del cielo. «Siempre que viene el Racing llueve», comentaba una empleada del Mirandés . No es un dato cierto, pero aquel recordado enfrentamiento en Segunda División sobre la nieve en 2015 vale por diez. Entre circulación y circulación por la frontal del área, la línea de tres cuartos del Racing volvió a hacer contacto. Un gran pase de Nico Hidalgo al hueco lo enganchó a la media vuelta Rafa de Vicente, pero el tiro del malagueño se marchó demasiado cruzado. Mientras tanto, en el otro fondo, las esporádicas llegadas de un Mirandés mucho más vertical eran neutralizadas una y otra vez por unos atentos Óscar Gil y Olaortua al corte. Los verdiblancos robaban rápido y volvían a percutir.
Jon Irazábal marcó de chilena a la salida de un córner. El asistente estuvo listo y anuló el tanto por fuera de juego. No subió al marcador, pero la acción espoleó a un Mirandés que hizo por igualar algo más una contienda que, hasta entonces, ganaba a los puntos el Racing. Pero las copas en el fútbol no se pagan a escote. Sólo puede perder uno. El intento burgalés no fue mucho más allá y al descanso se llegó con un feo empate. Al equipo de Iván Ania le faltaba esa última guinda en forma de gol. La asignatura pendiente verdiblanca.
Quizá por eso, a los diez minutos de arrancar la segunda mitad, el técnico asturiano miró a la banda y llamó a Jon Ander –sustituyó a Juanjo–. A ver si el alavés tenía alguna receta contra la sequía. La goleadora, porque para los pantanos la noche de ayer fue productiva. Sin embargo, el que estuvo a punto de ver puerta fue Jon Irazábal, cuya cesión al portero quedó cerca de irse para adentro. Y ojo a un despeje de Olaortua, en segada desde el centro del campo, que pasó a medio metro del travesaño.
Rafa de Vicente y Quique Rivero perdieron soltura en la medular y el choque entró en un intercambio de golpes que no beneficiaba a un Racing hasta entonces dominador. Ese clásico 'invito yo', 'que no, guarda el dinero, que a esta invito yo'. Un despiste defensivo a la salida de un córner casi le atraganta el refrigerio a los verdiblancos. Rulo no acertó a despejar y, tras varios rebotes, Iván Crespo atajó sobre la línea de gol. El Mirandés empezó a ser mejor y le faltó un chupito para ponerse por delante. Un duro tiro raso de Álvaro Rey cogió una velocidad endiablada antes de estrellarse en el palo.
Al Racing ya le había sentado mal la consumición y andaba grogui ante un Mirandés de subidón. El olor a eliminación racinguista era intenso, porque hacía rato que no había noticias del equipo cántabro. Ania decidió cambiar el dibujo. Retiró a Rafa de Vicente y dio entrada a Soberón para recuperar el 4-2-3-1. Precisamente fue el canterano quien dio un poco de lucidez a su equipo con un disparo duro que a punto estuvo de comerse Guillermo. Y la volvió a tener el chaval. Clarísima. Un centro medido de Julen Castañeda desde la izquierda lo remató en boca de gol Soberón al cuerpo del portero. Si fuese una partida de dardos, habría hecho diana.
El caso es que el Racing volvió a ponerse de pie después del bajón y el Mirandés, quizá amedrentado por los sustos, metió el culo junto a su portería. Y cuando todo parecía encaminado a una larga prórroga, que quizá tampoco sacase nada en claro, Quique Rivero se cansó de esperar, se acercó a la barra y pidió una para todos. El cabezonense fue internándose, entre trompicones, sin oposición y cuando se encontró con el pasillo, se sacó un lanzamiento seco que se fue elevando camino de la escuadra.
El Mirandés se fue a la desperada y, gracias a los nervios defensivos del Racing, tuvo dos buenas opciones para empatar. Una de Álvaro Rey y otra de Ernest. Ninguno de los dos acertó a marcar. Y un tiro cruzado de Nico Hidalgo estuvo cerca de zanjar la disputa. Cinco minutos de añadido para sufrir. Y mucho. La resaca. Con uno menos por la expulsión de Enzo Lombardo. Al final, después de todo, el equipo cántabro salió vencedor y se servirá otra ronda.
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