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viernes, 1 de diciembre de 2017

El C.D.Mirandés con su Patrona

El Club Deportivo Mirandés realizó la habitual ofrenda floral a la Virgen de Altamira en la Iglesia Santa María

Consejo de Administración, primer equipo, filial y peñas estuvieron presentes en la ofrenda floral a la patrona de Miranda de Ebro.
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 30/11/2017 13:11
La familia del Club Deportivo Mirandés visitó el miércoles a la patrona de Miranda de Ebro, la Virgen de Altamira, en la Iglesia Santa María para realizar la habitual ofrenda floral y rogarle porque continúen los éxitos en esta apasionante Liga que ha arrancado tan bien. Al acto acudió el Consejo de Administración, cuerpo técnico y jugadores del primer equipo y del filial, así como representantes de las peñas rojillas.
Pablo Alfaro hizo de maestro de ceremonias para dar la bienvenida a todos los presentes dedicando una palabras a la patrona de la ciudad en las que hizo referencia a su posición de entrenador del primer equipo como máximo defensor en lo futbolístico -junto a los jugadores- de la gratificante responsabilidad que supone representar al C.D. Mirandés cada fin de semana. Rogó a la Virgen de Altamira porque la temporada continúe de la excelente forma que ha comenzado, así como animó a los jugadores del equipo filial a creer en sus sueños futbolísticos.
Los capitanes tomaron el relevo de su entrenador para ofrecer las camisetas de juego, un balón y unas botas a la patrona. Gorka Kijera y Rúper, primer y segundo capitán, portaron hasta el altar la primera y segunda equipación de esta temporada, mientras que Diego Cervero y David Prieto, tercer y cuarto capitán, ofrecieron a la Virgen las botas y el balón. También Aitor Baz, como capitán del C.D. Mirandés B, portó un banderín del Club Deportivo Mirandés.
Por último, antes de cerrar el acto pidiendo por todos los abonados rojillos fallecidos en este último año, el Vicepresidente Ángel Fernández de Aránguiz quiso rogar también a la patrona Virgen de Altamira por los mayores éxitos deportivos del equipo, para que le ayude, arrope y cobije en su manto en los malos momentos, y le empuje, eleve y anime en sus victorias.



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