Del banquillo del primer equipo en Segunda, a defender la puerta en el equipo filial de Tercera. Y del banquillo, a titular en Segunda. Y esta tarde ha debutado el chaval en una histórica plaza como es la del Benito Villamarín y nada más y nada menos ante Rubén Castro y compañía con la camiseta verdiblanca del equipo del Heliópolis. Para los aficionados mirandeses, no sé pero tengo que confesar que para mí no ha sido una sorpresa, sino un sorpresón. Y pienso que el chaval no ha desentonado en un equipo que ha estado bien y en Sevilla ha causado una aceptable impresión, pero lo que le ocurre al Mirandés es que los fallos en defensa no los pueden mitigar arriba, porque no hay pegada. Pero lo que quiero significar es mi aplauso al chaval por tener que debutar ante más de 30.000 espectadores, muy lejanas las cifras que se manejan en el Grupo VIII de Tercera División.
Damos la bienvenida a Sergio Pérez al que ya inscribimos en los jugadores que han militado y militan en el Mirandés de categoría nacional.
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