En el fútbol no siempre valen las matemáticas, sobre todo si buscamos los números de un portero. Por ejemplo: el meta chileno del Mirandés, Prieto, en 360 minutos encajó un sólo gol, que fue el que le marcó el Barcelona B en el partido inaugural de Liga, y precisamente en Anduva. Y por otro lado, hay que significar que este mismo portero, en el mismo equipo lógicamente, en 62 minutos recibió TRES. Y los recibió después de haber estado 339 minutos sin recibir ninguno. Cierto es que el que portero que no recibe goles, no sólo es por sus aciertos, sino porque tiene mérito el trabajo que realizan sus compañeros de campo. Y si los encaja, no sólo porque pueda tener errores, sino porque estos errores han sido anteriormente de sus defensas, principalmente. Por eso, las matemáticas en fútbol no son una ciencia exacta. Lo que está claro es que antes de jugarse la quinta jornada, Prieto arrojaba un coeficiente de 0,25 goles por partido y después de pasar por aquí el Decano del fútbol español, el coeficiente es de 0,80 goles por partido, que bien mirado no es alarmante, pero lo que abulta es que de una tacada y en una hora, te metan tres. Así es el fútbol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario