Aquel Alfaro-Mirandés difícil de olvidar

Los malos y buenos momentos del Mirandés en aquella temporada (la de 1969-70) que jugaba en Regioal, también tenían su "pequeña crónica" a través de viñetas que se exponían en los escaparates de Radio Nobleza. Este dibujo que nos ocupa, se hizo posterior al partido jugado en el campo de "La Florida de Alfaro" donde el que esto escribe por primera y única vez pasó miedo en un campo de fútbol.

Jugaban dentro de la jornada 15ª y con fecha 21 de diciembre de 1969, Alfaro y Mirandés, con este resultado:

ALFARO, 2; MIRANDES, 2

ALFARO

VICENTE

REVILLA-PASTOR-GALAN

ROBLEDO-CATALAN

SANTI II-JIMENEZ-LEON-JAVI-TEJADA

MIRANDES

VILLASANTE

HAZA-CIAURRIZ-CANTERA

PLAZA-ABECIA

URRUCHI-PAGALDAY-ABECHUCO (75' TOLOSANA)-IRIBARREN-LAFUENTE

Se adelantó en el marcador por dos veces el equipo riojano, a los 17' por mediación de León y a los 25' Javi marcaba el segundo. El primero del Mirandés lo anotaba Iribarren a los 65' y empataba a los 85' Urruchi.

Dominó más y jugó mejor el Alfaro ante un Mirandés desconocido que dadas las condiciones del terreno de juego, de tierra, equivocó su juego y fue sorprendido con dos goles. En la continuación se empleó con un juego más práctico y dominó la situación en todo momento ya que el Alfaro acusó el ritmo de la primera mitad.

Al terminar el encuentro las tres cuartas partes de los espectadores invadieron el terreno de juego agrediendo brutalmente a los jugadores del Mirandés y al árbitro navarro Rocafort. Duró la invasión muchos minutos donde la Fuerza Púiblica se veía impotente para frenar a los espectadores. El "jeep" de la Guardia Civil tuvo que adentrarse hasta el centro del terreno de juego para custodiar al árbitro . Los seguidores mirandeses tuvimos que acudir a la Casa Cuartel y allí tomamos el autocar que nos traería a Miranda.

A este partido no compareció el linier Adot por lo que salió de "bandera" un alfareño quien con su constante levantar el banderín, injustamente y a destiempo, motivó las iras del público contra el árbitro cuando este, con justo criterio, dejaba seguir la jugada.

El espectáculo de ese día de diciembre en La Florida de Alfaro, fue bochornoso.